
Japón apuesta por robots de entrega que sean “humildes y adorables”
“Disculpen, voy a pasar”, dice un robot de cuatro ruedas a medida que esquiva peatones en una acera de las afueras de Tokio durante un test de funcionamiento.
A partir de abril, este minirobot comenzará una vida “profesional” de repartidor y aliviarán a muchas empresas que sufren de la falta de mano de obra.
En abril entra en vigor la ley de tránsito que autoriza la circulación de robots de entrega de conducción autónoma por las calles del país.
Los inventores confían en que los robots ayudarán a que ancianos en áreas rurales poco pobladas tengan acceso a bienes y servicios.
Pero todavía hay obstáculos, incluso de seguridad, y queda mucho camino por andar antes de que se generalicen, dice Hisashi Taniguchi, presidente de la firma robótica ZMP.
“Son una novedad en la sociedad humana, así que es natural que se les vea con algo de incomodidad”, declaró a AFP.
Los robots serán dirigidos por control remoto por personas que podrán intervenir en caso de necesidad.
Taniguchi consideró importante que los robots son “humildes y adorables” para inspirar confianza.
ZMP se asoció con gigantes como Japan Post Holdings para poner los robots a prueba en Tokio.
Su robot “DeliRo” tiene un aspecto encantador con ojos grandes y expresivos que pueden ponerse llorosos si un peatón le bloquea el paso.
“Todos los chicos aquí conocen su nombre”, aseguró.
Robots a la ayuda de la población anciana
Japón tiene una de las poblaciones más ancianas del mundo, con cerca de 30% de más de 65 años. Muchos viven en zonas rurales poco pobladas que carecen de acceso fácil a las necesidades cotidianas.
La escasez de mano de obra en las ciudades y las nuevas reglas que limitan las horas de trabajo de los camioneros hacen difícil que las empresas atiendan las demandas de entrega.
“La falta de trabajadores en el sector del transporte será un desafío en el futuro”, señaló el ingeniero Dai Fujikawa del gigante electrónico Panasonic, que está probando robots de entrega en Tokio y la vecina Fujisawa.
“Espero que nuestros robots sean utilizados donde hacen falta para aliviar la escasez laboral”, dijo a AFP.
Robots similares son utilizados en países como Reino Unido y China, pero han causado preocupación en Japón por la posibilidad de colisiones y robos.
Las regulaciones fijan una velocidad máxima de 6 km/hora, con lo cual “las posibilidades de heridas en una colisión son relativamente bajas”, comentó Yutaka Uchimura, un ingeniero de robótica del Instituto de Tecnología de Shibaura (ITS).
Si el robot “sale de la acera y choca con un vehículo por una discrepancia entre la información preinstalada de ubicación y el entorno real, eso podría ser muy preocupante”, indicó.
Una persona en el centro de control de Fujisawa monitorea simultáneamente a cuatro robots mediante cámaras y es alertado automáticamente cuando el aparato es detenido por un obstáculo, según Fujikawa.