Unicornio: llegó un Mercedes-Benz Black Series a la Argentina

Es la versión más extrema y exótica del CLK Coupé. Sólo se fabricaron 500 unidades. Fotos en Puerto Madero.

Cualquiera que conoce un poco sobre autos piensa que un Mercedes-Benz es un auto exclusivo. El fierrero, en cambio, sabe que la exclusividad comienza recién con un Mercedes-AMG. Mientras tanto, el verdadero nerd conoce la respuesta exacta: exclusivo, exótico y verdaderamente raro es un Mercedes-AMG Black Series.

La división deportiva de la Estrella reserva este nombre sólo para sus creaciones más extremas. El primer Black Series de la historia nació en 2006, cuando AMG desarrolló un SLK (al que transformó de Roadster en Coupé), con la idea de crear una categoría de competición monomarca en Asia. El plan no prosperó y los dos SLK 55 AMG Black Series que se llegaron a fabricar se convirtieron en Safety Cars de la Fórmula 1.

Su presencia en los circuitos de Grand Prix no pasó desapercibida. A simple vista, se notaba que no era un SLK AMG normal, con trochas ensanchadas, carrocería más baja, jaula de seguridad integrada y un sonido que no tenía mucho que envidiarle a un F-1. Los pedidos desde el Paddock no tardaron en llegar a los Bóxes: “¿Se vende?” Con una producción limitada a sólo 120 unidades, AMG logró cubrir el costo del desarrollo de la categoría de competición que nunca se concretó.

Pero las puertas de la curiosidad ya se habían abierto y no era sencillo cerrarla. “¿Qué tal si desarrollamos AMG para competición, pero los equipamos con lo justo y necesario para que estén homologados para circular por la calle?”. A comienzos del milenio, los track days para que los aficionados disfrutaran de un día en la pista ya comenzaban a ser muy populares en Europa. Y la filosofía de los Black Series era justo lo que demandaban los clientes más exigentes de estos eventos.

Para el siguiente intento, AMG pidió la ayuda de HWA AG, la compañía subsidiaria que desarrollaba sus autos de competición para el DTM y otras categorías de autos con techo. El objeto de desarrollo fue la coupé CLK. La puesta a punto corrió por cuenta del piloto alemán Klaus Ludwig, tres veces campeón del DTM y tres veces ganador de las 24 Horas de Le Mans.

Su debut fue también como Safety Car en la Fórmula 1: el CLK 63 AMG Black Series se convirtió de inmediato en una leyenda. Se fabricaron en total 500 unidades y fue un éxito inmediato. Fue el deportivo más famoso del 2007 y lo compraron celebridades como Roger FedererJeremy Clarkson y Doug DeMuro (ver video abajo).

Uno de esos autos acaba de llegar a la Argentina. Ingresó al país mediante el proceso de Repatriación (ver trámite) y las fotos que se publican acá fueron tomadas en el barrio porteño de Puerto Madero por Leito Deca.

Tiene un motor V8 6.2 atmosférico (500 cv y 630 Nm), combinado con tracción trasera y caja secuencial 7G-Tronic. Viene de serie con diferencial de deslizamiento limitado, llantas de competición de 19 pulgadas, jaula de seguridad integrada y butacas deportivas. A diferencia de otros Mercedes-AMG de la época, su velocidad máxima no estaba limitada a 250 km/h: los Black Series siempre se vendieron liberados de toda electrónica y el CLK es capaz de alcanzar los 300 km/h.

Este es el único ejemplar del CLK 63 AMG Black Series conocido en la Argentina. Y el segundo Black Series del que se tienen noticias en nuestro país: el primero pertenece al empresario Luis Pérez Companc, quien lo suele usar de manera frecuente. Es un SL 63 AMG Black Series (ver fotos).

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